Así puedes ahorrar 300 € al año solo revisando tus suscripciones
Muchas familias pagan suscripciones que ni usan. Descubre cómo revisar las tuyas, ahorrar hasta 300 € al año y recuperar control sobre tus gastos sin complicarte la vida. Truco sencillo que funciona.
Hay un momento —normalmente un martes cualquiera, a media mañana— en el que abres la app del banco, miras los movimientos y aparece ahí, como quien no quiere la cosa: otro cargo de 7,99 €, o de 12,50 €, o de 4,99 €... Y te quedas pensando "¿pero... esto qué era?". Y es que lo curioso de las suscripciones es que empiezan siendo pequeñas y cómodas, casi invisibles... hasta que un día decides mirar en serio y descubres que, sin darte cuenta, se te va medio presupuesto del mes en cosas que ni disfrutas.
La buena noticia es que ese pequeño repaso que siempre vas posponiendo puede ahorrarte hasta 300 € al año. Sin exagerar. Lo hemos comprobado mil veces: cuando haces limpieza, el ahorro aparece solo.
Además, en un año en el que el Euríbor sigue dando sustos y muchos hogares ajustan su hipoteca como pueden, encontrar dinero "escondido" en tus gastos fijos se siente como un pequeño alivio. No soluciona todo, claro, pero oye... ayuda. Y bastante.
1. El inventario que nadie quiere hacer (pero que te salva el bolsillo)
La verdad es que da pereza. ¡Lo sé!. Revisar tus suscripciones se siente un poco como ordenar el trastero: sabes que toca hacerlo algún día, pero nunca encuentras el momento.
Aun así, cuando te sientas un rato —aunque sea con un café al lado— y empiezas a revisar servicios como:
Plataformas de streaming,
apps "premium" que dejaste de usar,
newsletters de pago,
almacenamiento en la nube,
telefonía y servicios asociados a ella que no usas,
servicios duplicados (sí, pasa más de lo que parece),
empieza a salir dinero por todas partes. Money que, sinceramente, podrías destinar a algo más útil... o más emocionante, o que realmente si utilices.
Un truco que funciona bien es revisar tus movimientos de los últimos 90 días. Así podrás hacerlo poco a poco y sin agobios. Si algo no recuerdas ni por qué lo tienes: fuera. Y si dudas, pregúntate si lo usarías mañana mismo. Si la respuesta es "eehm", ya lo sabes.
2. Las suscripciones que suben de precio sin avisar (o casi)
Otro detalle que desgasta el bolsillo es que muchas plataformas ajustan precios con más frecuencia de la que pensamos. Incluso algunas te "esconden" el correo de aviso entre mil notificaciones, y al final te enteras cuando ves el recibo.
En el contexto de que cuesta llegar a fin de mes, cualquier subida silenciosa acaba pesando un poco más. Porque cuando todo sube, hasta esos 2 € extra al mes molestan.
Así que, durante la revisión, fíjate en:
si el precio que pagas ahora es el mismo que cuando te suscribiste,
si la plataforma ofrece un plan más básico (la mayoría tiene uno y ni lo mencionan),
si hay promociones anuales que recorten mucho el gasto.
A veces solo cambiar de plan ya te ahorra 50 € al año, y no renuncias a nada.
3. El "truco del ciclo": activa solo lo que uses... cuando vayas a usarlo
Esto, de verdad, funciona mucho mejor de lo que suena. La mayoría de servicios permiten cancelar y reactivar en segundos, sin penalizaciones.
Por ejemplo:
¿Vas a "maratonear" una serie en un finde? Activa el servicio ese mes... y luego pausa.
¿Tienes temporadas de gimnasio en casa? Activa la app solo cuando vuelva tu motivación.
¿Eres de los que escuchan audiolibros por rachas? Igual no necesitas pagar 12 meses seguidos.
Al final, no se trata de vivir como un monje, sino de evitar ese "modo piloto automático" donde pagas porque sí.
4. Tus finanzas, un poco más ligeras
Cuando recortas suscripciones, todo suma. Y ese ahorro de 15, 20 o 25 € al mes —que parece poca cosa— se convierte en algo tangible cuando lo ves en números anuales.
Y es que en un contexto económico donde todo sube, donde la inflación nos juega malas pasadas, y la cesta de la compra sigue en modo montaña rusa, encontrar gastos eliminables es casi como ganar un pequeño sueldo extra sin esfuerzo.
Si quieres profundizar un poco más en cómo se mueve la economía estos meses, echa un vistazo a nuestra sección Datos Macro para entender mejor por qué cada euro cuenta.
5. El pequeño gran alivio emocional
Esto no lo suele decir nadie, pero ahorrar también tiene un componente emocional muy potente: te devuelve sensación de control. Te hace sentir que vuelves a "coger las riendas", aunque sea un gesto pequeño.
Ese momentito de ver tu extracto y pensar "oye, mira, ahora pago 20 € menos cada mes"... da gustito. Y, si estás ajustando hipoteca o simplemente intentando ahorrar un poco más para estar tranquilo, estos recortes se agradecen doblemente.
Conclusión
Revisar tus suscripciones no es glamuroso, pero sí increíblemente útil. Te puede liberar 300 € al año casi sin esfuerzo, y además te deja la sensación de que tu dinero vuelve a estar alineado con lo que realmente usas y disfrutas.
Y oye, quién sabe... igual ese dinero acaba convirtiéndose en tu colchón de ahorro, en un pequeño capricho o en ese respiro que necesitabas.