Qué puede hacer el BCE con los tipos en diciembre y cómo podría moverse el Euríbor
El BCE decide en diciembre el rumbo de los tipos de interés de la Eurozona. Analizamos qué podría pasar y cómo puede notarlo el Euríbor… y tu hipoteca.
Radiografía del BCE: qué se juega en su próxima reunión... y por qué el Euríbor podría moverse más de lo que parece.
Hay fechas que "pasan casi de puntillas" para la mayoría de nosotros, pero que en realidad llevan escondido un pequeño terremoto económico. Algunas de estas fechas son en las que el Banco Central Europeo (BCE) se reúne para tomar decisiones de política monetaria, y el próximo 18 de diciembre de 2025 es una de esas. Ese día el BCE se reúne para decidir si toca o no los tipos de interés, una decisión que después se filtra directamente a algo tan cotidiano como el Euríbor y nuestras hipotecas.
Y es que, aunque se hable de "política monetaria", lo que de verdad mucha gente piensa es: ¿y ahora qué hará el Euríbor con mi cuota mensual?.
Los Tipos Actuales: ¿Dónde estamos ahora mismo?
A día de hoy, el mapa de tipos de interés del BCE se ve así:
Tipo de financiación principal: 2,15 %
Facilidad marginal de crédito: 2,40 %
Facilidad de depósito: 2,00 %
Son cifras que, dicho rápido, muestran una política ya bastante más relajada que el ciclo ultra-agresivo de subidas vivido hasta septiembre de 2023. De hecho, entre junio de 2024 y junio de 2025, el banco central recortó los tipos en varias ocasiones, algo que ha ido aliviando, poco a poco, el tenso ambiente del mercado hipotecario.
Qué esperan los analistas: estabilidad... con un ojo puesto en la inflación
Lo curioso es que, a pesar de ese alivio, la mayoría de expertos coinciden en que no veremos grandes cambios. Muchos informes —y conversaciones más informales— apuntan a un escenario bastante plano: tipos en el mismo nivel al menos hasta 2027.
¿Por qué tanta cautela? Porque el BCE sigue muy pendiente de 3 cosas que actúan como brújula en sus decisiones:
1. La inflación núcleo, que es como mirar la parte más "pura" y menos volátil de los precios.
2. El empleo, ya que un mercado laboral fuerte puede empujar los salarios —y por extensión, los precios— hacia arriba.
3. La energía, ese factor impredecible que, cuando sube, pone todo patas arriba.
Si estas tres variables no sorprenden (para bien o para mal), lo normal es que el BCE mantenga el tipo de financiación en el 2,15 % en la reunión del 18 de diciembre. Puede que incluso lance un mensaje de esos "tranquilos y prudentes" —lo que se conoce como un tono "dovish"— para seguir guiando al mercado sin sobresaltos.
Aunque tampoco sería raro un tono algo más "hawkish" si la inflación diera un susto de última hora. Ya sabes: el típico "vamos bien, pero no os relajéis".
Y ahora lo importante: ¿Qué puede hacer el Euríbor con todo esto?
El Euríbor es un poco como ese amigo que siempre reacciona a las noticias más rápido que nadie. No espera. No duda. Simplemente... se mueve.
Normalmente suele comportarse así:
Si el BCE mantiene los tipos, el Euríbor suele quedarse más o menos donde está, pero con pequeños vaivenes según las expectativas. A veces basta una frase en la rueda de prensa para que empiece a oscilar.
Si el BCE recorta tipos, el Euríbor tiende a aflojar también, aunque no siempre a la misma velocidad.
Si el BCE se pone "duro" (mensaje "hawkish", incluso sin tocar los tipos), puede repuntar unos días. Es como si el mercado dijera: "vale, queda trabajo por hacer".
De cara a diciembre, el escenario más lógico es un Euríbor relativamente estable, tal vez con un poquito de volatilidad previa a la reunión —porque los mercados odian no saber lo que va a pasar— y un comportamiento algo más tranquilo después del anuncio.
Entonces, ¿Qué pueden esperar los hipotecados?
Si tienes una hipoteca variable con revisión este mes, probablemente estés mirando diciembre con mezcla de esperanza y nervios. Y es normal: cualquier décima del Euríbor puede sentirse como una piedra más o una piedra menos en la mochila familiar.
Lo previsible es que no haya sobresaltos. No se ven indicios de un cambio brusco, ni para bien ni para mal. Pero sí podría haber pequeños ajustes, sobre todo si el BCE da pistas sobre lo que hará en 2026.
Lo que está claro es que la reunión del 18 de diciembre no es solo un trámite institucional. Es un momento clave que, aunque suene lejano, termina repercutiendo en la vida real de millones de hogares.