Las hipotecas vuelven a encarecerse: el Euríbor no da tregua
El Euríbor encadena cuatro meses al alza y los bancos suben sus intereses hipotecarios. ¿Es buen momento para pedir una hipoteca o conviene acelerar la decisión?
¿Ha llegado el fin de las hipotecas baratas? El Euríbor vuelve a subir y los bancos mueven ficha.
La pregunta lleva meses rondando en la cabeza de mucha gente. Y es normal. Después de casi año y medio de cierta calma —hipotecas más asequibles, ofertas agresivas y esa sensación de "quizá ahora sí es buen momento"—, el mercado ha vuelto a cambiar el paso. Y lo ha hecho de una forma que, la verdad, muchos ya temían.
Porque sí: las hipotecas empiezan a encarecerse de nuevo, y las viviendas en venta no paran de subir de precio.
Un Euríbor que no deja de subir... ya van 4 meses seguidos
Desde agosto, el Euríbor mensual viene apuntando hacia arriba. No a lo loco, pero sí con una constancia que inquieta. Y diciembre, lejos de darnos una tregua, ha arrancado con otra subida significativa del indicador. Esa especie de "clic" que hace saltar todas las alarmas entre quienes están a punto de firmar un préstamo... o revisarlo.
Es esa típica sensación de "como siga así, llego tarde".
Mientras tanto, el BCE se queda quieto: tipos estables en el 2,15%
Aquí viene lo curioso. Los tipos de interés del BCE parecen haberse plantado. Con un 2,15% como tipo principal y unas perspectivas de estabilidad durante todo 2025 y 2026, el mensaje del Banco Central Europeo es claro: inflación bajo control, economía recuperándose... y prudencia, mucha prudencia.
Pero que el BCE se quede quieto no significa que el Euríbor haga lo mismo. Y ahí está parte del problema.
Más compraventas, más hipotecas... y un frenazo a la vista
En los últimos meses, el mercado inmobiliario se ha animado bastante. Especialmente la vivienda de segunda mano, que ha tirado con fuerza, y casi la mitad de todas las operaciones han sido para segunda residencia. Algo poco habitual si miramos años anteriores.
Y claro, cuando suben las compras, suben también las hipotecas. Así funciona este mercado desde siempre:
Tipos bajos → muchas firmas.
Tipos altos → caen las hipotecas.
Ahora, con el Euríbor repuntando y los bancos reajustando sus precios, muchos expertos ya anticipan un frenazo. No un parón total, pero sí ese momento incómodo en el que compradores y vendedores se miran esperando a ver quién mueve ficha primero.
Los bancos se adelantan: más intereses desde verano
Aunque el BCE mantenga la calma, los bancos no se han quedado quietos. Al menos media docena de entidades ha subido los intereses de sus hipotecas desde el verano. Un movimiento que, visto lo visto, no sorprende demasiado: el Euríbor sube, los márgenes se estrechan... y las ofertas "dulces" de hace unos meses empiezan a desaparecer.
Es ese momento del ciclo en el que los bancos van ajustando tornillos casi sin que nos demos cuenta.
"Pide la hipoteca cuanto antes"... ¿exageración o consejo sensato?
Se escucha cada vez más. Y aunque siempre hay que coger estas frases con pinzas, muchos "brokers" y analistas coinciden: si necesitas comprar, quizá te convenga cerrar la hipoteca antes de que el Euríbor siga escalando.
No porque vaya a dispararse mañana, sino porque el mercado se está recolocando justo ahora. Y en estos reajustes es cuando aparecen las mejores... y las peores... ventanas de oportunidad.
La nueva tendencia: hipotecarse en solitario y la "tasa single"
Aquí hay un cambio social importante. Cada vez más personas se hipotecan en solitario. Ya no es extraño ver a compradores de 30, 40 o incluso 50 años afrontar la compra sin pareja ni cotitular.
¿El problema? Que algunos bancos están aplicando lo que ya se conoce como "tasa single": intereses un poco más altos para quienes piden el préstamo solos, porque asumen más riesgo. Una práctica controvertida, sí, pero que se está extendiendo rápido.
Y es que el mercado ya no solo cambia por cifras macroeconómicas, sino también por cómo vive (y compra) la gente.
En resumen... ¿se acabaron las hipotecas baratas?
No del todo, pero sí estamos entrando en una etapa menos amable. El Euríbor encadena meses de subidas, los bancos endurecen sus ofertas y la demanda —que venía fuerte— podría frenarse en cuanto las cuotas mensuales vuelvan a tensionarse.
No es un drama, tampoco una alarma roja. Es más bien ese momento del año en que ves que las nubes se juntan y piensas: "igual me llevo paraguas, por si acaso".